Pintar es un acto de rebeldía.
Las 53 obras expuestas en la sala principal del Museum of Americas se desplazan sobre cuatro ejes tácitos: Nuevas abstracciones, La Resistencia de la Figuración, Perspectivas Sociales, La era digital en la pintura, que de algún modo pueden dar una idea de las diferentes tendencias y enfoques en la que los pintores trabajan. Estos cuatro aspectos no fueron planteados para después buscar artistas que los sustenten, todo lo contrario: a partir de la realidad del trabajo actual de buena parte de pintores locales, se establecieron como modo de guías para la mejor disposición y organización de la muestra, es todo. Las obras exponen su existencia por sí mismas.
La sociedad peruana es sumamente heterogénea; pretender que el arte, y en particular la Pintura, no refleje aquella diversidad concluye en una necedad desdeñable. Ahora bien, y peor aún, pretender negar la Pintura, como se niega actualmente desde la oficialidad estatal de algunas salas públicas en Lima, demuestra una arrogancia sin límites, avalada, por supuesto, por fondos públicos, medios de prensa y la retahíla acostumbrada de aduladores. En las denominadas escuelas de arte, superponen la enseñanza de “investigación” al dibujo, en las exposiciones de fin de año uno se encuentra con carpetas repletas de textos, referentes y el nombre del “curador” enorme en la pared junto a un texto larguísimo que casi nadie lee. Aquellos mal llamados profesores han olvidado las palabras del gran Matisse: “Una obra de arte debe llevar su significado completo en sí misma”. A pesar de todo ello, la Pintura, en el oficio y el trabajo de su artífice, El pintor, persiste
Algunos pintores, ante aquello, se han visto llevados a trascender de la esfera de la praxis pura de la pintura para participar también en el debate, promoviendo exposiciones, conversatorios, publicaciones; en suma, aportando el punto de vista y la experiencia del hacedor. Por otro lado, no está de más señalar que no se pretende en absoluto erradicar otras formas de Arte, ni siquiera las más experimentales. Se propone la coexistencia y/o la alternancia de las distintas manifestaciones artísticas que se desarrollan en el medio local y que el tiempo y, por tanto, la Historia, se encargará de juzgar. Así, estas palabras no son una explicación banal, ni siquiera un pie de página para las obras expuestas -ya en otras muestras en el exterior se ha hablado acerca del desarrollo de la pintura en el Perú, de su momento actual- estas palabras son una invitación a reflexionar la pintura en sí misma, a hacerla nuestra y evaluar la validez de su discurso en nuestros días.
IVÁN FERNÁNDEZ-DÁVILA OCAMPO
Lima, marzo 2011
VICTOR ACOSTA
Víctor Acosta
Sin Título
Acrílico sobre lienzo
60 x 50 cm
2011
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